Era una fiesta muy entretenida, donde funciones de todo tipo, polinomios y demás expresiones matemáticas compartían un rato agradable. Había una logarítmica que tocaba el piano, un par de polinomios tomando unos tragos en la barra, en fin, todos en lo suyo cuando aparece un monomio chiquitito gritando: ¡Viene Derivator, viene Derivator! Como es lógico, el pánico cundió en la fiesta, ya que ninguna función quería ser alterada, y ningún polinomio quería ser bajado de grado. Todos corrieron a esconderse y vieron como una exponencial se quedaba muy tranquila en la barra... ¡Corré a esconderte! le gritaron, y ella, nada. ¡Apurate, apurate, viene Derivator! Y la exponencial, muy tranquila, les contesta: ¡No pasa nada! Yo soy ex.
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